Barcelona dio la bienvenida al mundo en 1992 cuando acogió los Juegos Olímpicos de Verano. Ahora la ciudad en España no está tan segura de querer que el mundo la visite.
Al menos no tantos.
Barcelona está haciendo un plan prohibir los apartamentos turísticos de alquiler vacacional antes de 2028.
Así lo indica un controvertido plan propuesto por el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, en otro ejemplo de una ciudad europea que intenta combatir el exceso de turismo. El mercado de alquiler a corto plazo ha aumentado casi un 70 por ciento en los últimos diez años, y el coste de comprar una casa ha aumentado un 40 por ciento, dejando fuera de precio a muchos residentes de Barcelona.
"No podemos permitir que la mayoría de jóvenes que quieren irse de casa se vayan también de Barcelona", afirmó Collboni.
España es el segundo país más visitado del mundo, después de Francia con 85 millones de visitantes el año pasado.
En los últimos años, el gobierno español ha intentado ponérselo más difícil al alquiler turístico vacacional exigiendo una licencia para ello. En los últimos siete años se han cerrado casi 10.000 casas de vacaciones ilegales. Todavía hay más de 10.000 alquileres con licencia disponibles en la ciudad.
Se espera una reacción legal a medida que Barcelona se una al creciente número de ciudades europeas en una cruzada contra el exceso de turismo.
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